Venezuela tiene un
ambiente electoral incansable. Casi todos los años hay elecciones. Por lo que
los actores políticos deben permanecer en exposición por diferentes medios de
comunicación.
Las redes sociales se
han convertido en un bastión importante. Sobre todo tomando en cuenta que la
penetración de internet supera lo 11 millones de habitantes de los cuales 10
millones tienen cuenta en Facebook y entre unos 5 a 6 millones tienen cuenta en
Twitter.
La tendencia oficialista
comenzó a mostrarse activamente en la web a partir del año 2006 cuando
numerosos banners fueron contratados para aparecer en portales de diferente
naturaleza para anunciar la famosa www.chavez.org
Al comenzar la fiebre de
Facebook a partir de 2007 y que las redes sociales cobraran mayor protagonismo
gracias a ella, la tendencia opositora la asume como bastión informativo no
obstante la ausencia de liderazgos claros, con lo que se convirtieron en nichos
principalmente para adeptos con poca capacidad de expansión. En la misma
existió presencia chavista pero sin mayor contundencia. Salvo creación de
algunas páginas o grupos de naturaleza similar a los de los opositores en su
criterio de contenido y dirección.
Dado el boom de Twitter
y notándose su gran poder como medio de comunicación masivo, el presidente abre
su cuenta @Chavezcandanga, la cual supera los 3 millones de seguidores,
convirtiéndose en la cuenta con mayor cantidad en Venezuela. La misma tenía
como finalidad establecer un canal de comunicación directo con los seguidores.
Sin embargo vemos que hoy en día solo funciona para hacer anuncios oficiales,
comunicación con ministros, funcionarios o voceros de su partido y una que otra
arenga por eventos especiales. Cabe destacar que la interacción es nula
actualmente por lo que, aunque es la cuenta con mas seguidores, está lejos de
ser la mas influyente. Los hashtags generados para apoyar su gestión desde
programas de TV nacional llegan súbitamente a Trending Topics pero rara vez
superan las 3 horas en el mismo para luego desaparecer sin rastros.
Por otra parte, el
candidato opositor con su cuenta @hcapriles (1 millón y algo de seguidores) ha
dado un giro bastante interesante en el último mes. Interactúa constantemente
con seguidores, incluso aquellos que son críticos a su propuesta. Lo cual
aumenta el interés sobre la misma y le da fuerza propia para aumentar su
exposición. Aparte de eso, anuncia giras, propuestas de su plan de gobierno,
emite opiniones sobre sucesos en el país y otras que puedan ser de interés en
su campaña. Los hashtags se caracterizan por ser orgánicos, generados por
simpatizantes espontáneamente y pueden llegar a durar hasta 3 días en Trending
Topics.
Además posee una página
en Facebook, cuentas en Google+, Instagram, Pinterest y YouTube para apoyar su
trabajo mediático. Que a su vez se interconectan y apoyan coherentemente las
publicaciones en cada red social.
Obviamente las redes
sociales solo sirven para lograr posicionamiento y exposición principalmente.
En muy poca medida logran captar nuevos electores a favor. En ambos casos vemos
que son utilizadas como demostraciones de fuerza y de apoyo incondicional. La
presencia en los medios tradicionales y en 2.0 es vital para construir la
imagen del candidato en la conciencia e inconsciente colectivo.
Las elecciones se ganan
en las calles y luego en las urnas, con los contactos personales y emocionales
que establezca cada candidato y complementándola con todas las estrategias
electorales clásicas (la mayoría) y una que otra vanguardista. Tal y como
siempre ha sucedido en Venezuela y Latinoamérica.
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