Muchas
ONG, movimientos por causas sociales y políticos, han visto las redes sociales
como una gran oportunidad para dar a conocer sus objetivos, actividades y
principios para ganar adeptos o simpatías en las masas.
Sin
embargo, he observado como, por inexperiencia, negligencia o desconocimiento,
lo que es una acción bien intencionada se convierte en una serie errores
consecutivos que podrían terminar dañando la imagen y reputación del
movimiento.
1. Carencia
de sistemas de seguridad: Muchos dependen de la conocida cuenta de Hotmail para
asociar las cuentas, siendo este uno de los correos mas vulnerables que
existen. También dan uso y conocimiento exclusivo de contraseñas a personas que
por una u otra razón abandonan las actividades, llevándose con ellos todo el
trabajo 2.0. Vendrán las excusas que no recuerdan las claves o las perdieron. Eso
sin contar los habituales hackeos y divulgación de información sensible. Recomiendo
el uso de la verificación de 2 pasos de gmail y la elaboración de un protocolo
de seguridad que incluya el control de claves por parte de uno o mas
coordinadores generales aparte del Community Manager encargado. No subestimen
esto. Todo movimiento tiene al menos un hacker que, por hater o por rivalidad,
le sigue los pasos en espera de un error.
2. Spam
“informativo”: Su causa es lo mas importante (en su criterio). Sin embargo
considero un total fastidio ver una cuenta repitiendo el mismo mensaje todos
los días, con la misma redacción, algunas veces haciendo menciones a diferentes
usuarios. La información en las cuentas debe ser siempre contenido de valor,
novedoso, relevante para su público. En la renovación y calidad está el mejor
gancho.
3. Piensa
global, actúa local: Se entiende que el epicentro u oficinas centrales de los
movimientos sociales están en la capital de la república o en una ciudad
específica. Pero si la meta es convertirlo en algo nacional, tomen en cuenta
que ese no es el único lugar que existe ni donde se generan las únicas
noticias. Descentralicen las informaciones, creen cuentas para las células
locales o divulguen información de otros lugares donde se tenga presencia.
4. El
egocentrismo del líder: Los movimientos sociales son colectivos. Si bien
siempre es necesario un liderazgo, se ve muy mal cuando las cuentas de dichos
movimientos hablan en primera persona. Por muy válida que sea la posición, la
misma pertenece solo a un individuo. Igualmente el convertir las cuentas en
monólogos. Quizás los miembros de la organización lo entiendan pero no quienes
están fuera. No quienes son el público a captar. Este posiblemente sea uno de
los errores que, a largo plazo, mas daño provocan a la imagen y reputación del
movimiento al convertirlo en algo personalista y no en una causa social y
plural.
5. Cyberactivismo…y
nada mas: Lo que se promueve en redes sociales debe tener una contraparte
coherente en el mundo tangible. Es muy fácil hacer política opinando en foros y
Twitter o defender los derechos de los animales compartiendo una foto en Facebook.
Eso, en especial en Latinoamérica, al final es algo totalmente inútil debido a
factores como la escaza penetración de internet y que el mensaje solo llega a
los que están de acuerdo con la causa previamente. Sirve como apoyo y complemento
para el posicionamiento e imagen. Pero no gana elecciones ni se aprobaran leyes
humanistas solo por eso. Se debe ir a la calle, a hacer contacto y presencia
con las personas, no solo con bits. Eso es lo que impulsará los cambios
sociales que buscamos.
0 comentarios:
Publicar un comentario